Man on Rooftop with Eleven Men in Formation on His Shoulders. Artista estadounidense sin identificar, c. 1930.
Nuestros abuelos, bisabuelos,
tatarabuelos ya manipulaban sus fotografías. Esta historia de distorsión
no comienza con la llegada de la tecnología digital en el siglo XX,
advierte Mia Fineman, comisaria de la exposición Faking it: Manipulated Photography Before Photoshop, que puede visitarse hasta finales del próximo mes de enero en el Metropolitan Museum of Art
de Nueva York. "La determinación de modificar las imágenes fotográficas
es tan antigua como la propia fotografía.
Casi todas esas técnicas de
manipulación que hoy asociamos al Photoshop
ya formaban parte del repertorio predigital de la fotografía. Antaño se
estrechaban cinturas, atenuaban arrugas, eliminaban o añadían personas a
la escena, cambiaban fondos e incluso recreaban situaciones que no
habían sucedido".
Ahora bien, al menos en un principio, las cámaras tenían razones de peso para mentir.
"Muchos de los primeros casos de alteración fotográfica eran intentos
de compensar las limitaciones técnicas de un medio muy joven. Querían
sortear su incapacidad para representar el mundo tal como el ojo lo
veía.
Cuando la fotografía se introdujo por primera vez en 1839, a
muchos de sus admiradores les costaba entender que un medio que podía
traducir formas y texturas en detalle no pudiera plasmar el color. Por
eso los fotógrafos recurrieron a la intervención manual", escribe
Fineman en el catálogo de la exposición.
A pesar de estas justificadas
distorsiones, en sus inicios la fotografía fue considerada una precisa
"transcripción óptica de la realidad". La cámara nunca mentía. Hasta los
tribunales aceptaban el testimonio fotográfico que probaba que una
firma era falsa o que el cónyuge había cometido adulterio.
Pero todo
cambió y, al cabo de unas décadas, la cámara empezó a mentir. Con
descaro. En 1869 William H. Mumler fue juzgado en Nueva
York por la producción y venta de "fotografías de espíritus". El caso
tuvo mucha repercusión mediática e inauguró el primer desengaño de los
creyentes en la fotografía. "¿Quién puede fiarse a partir de ahora de la
veracidad de una fotografía?", escribió un periodista de la publicación
New York World.
A finales del siglo XIX la fe colectiva
en la fotografía había dado paso al escepticismo colectivo. El mismo que
sigue vigente hoy y que empleamos para cuestionarnos si la multitud de
imágenes que nos acechan son reales o todo lo contrario.
Fineman sitúa
el primer escándalo de manipulación fotográfica de la era digital en
1982: la revista National Geographic acercó las pirámides de Giza para que encajasen en el formato vertical de su portada del mes de febrero.
Desde entonces hasta ahora, la lista de desmanes fotográficos es larga.
Pero, afortunadamente, concluye Fineman, hoy tenemos claro que la
fotografía es "un medio de realidad y de ficción".
Por: Virginia Collera
| 26 de
octubre de
2012
Fuente: http://blogs.elpais.com/storyboard/2012/10/faking-it-manipulated-photography-before-photoshop.html
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