9.19.2012

"El viajero"

Hace algún tiempo me cruce por casualidad, navegando entre blogs, descubri este texto que llamo mi atención. Decidi buscar alguna imágen para ilustrarlo, la foto la encontre en google pero no figuraba su autor. Es un relato interesante y espero les llegue así como ocurrio conmigo.




"El viajero"

Desde que a Leandro le regalaron una bicicleta, ésta se convirtió en su pasión. Cada día, montado en su bicicleta realizaba audaces paseos a través del pueblo. Pero en las noches, en sueños, su bicicleta era una máquina fantástica que lo llevaba a lugares fascinantes.

Podía ser un corto viaje en motocicleta alrededor de aquel centenario gomero, el cual terminaba abordándolo para pasar tardes enteras entre sus ramas; o podía viajar en el biplano rojo zigzagueando nubes y picos nevados de peligrosas montañas escarpadas.

El tiempo parecía detener su marcha. Cada viaje duraba lo que su fantasía le permitía soñar.

Su vida era una sucesión de sueños maravillosos y viajes en bicicleta. Transitaba el otoño. También en su vida. Y en una vuelta de sus viajes, encontró que sus piernas no quisieron despertar. Se sintió apesadumbrado y desanimado. Como una sombra espectral deambuló por caminos oscuros de su mente. Ya no encontraba máquinas que le ayuden a viajar.

Se debatió a duelo con el miedo y la desazón. Intensas, fueron las batallas, sin tregua. Ya que, como viejas maestras en el arte de la guerra, sabían que la perseverancia, a través del tiempo, es la llave para la victoria.

Pero él, no pretendía negociar ni un palmo de su buen talante, y planteó esta batalla como un viaje más de su imaginación, pero ésta vez, al fondo mismo de su ser.

Para ello, se armó con destellos de paciencia, llenó sus alforjas de calma, dejó que el tiempo corriera a su lado, y por último, en sus brazos cargo la realidad. Se sintió libre otra vez, ligero. Comenzó poco a poco a despegar, a volar, a soñar.

Volvió de éste viaje como de tantos otros. Con las ganas renovadas, la ilusión intacta y los sueños mas intensos aún.

Y continuó viajando… y continuó viviendo sus sueños, y soñando su vida… y con su locura, bella locura, guerreó en mil batallas cada día, y siempre victorioso, orgulloso y apasionado, descubrió que sin sueños e imaginación las maquinas jamás lo llevarían a ningún lado.


Fuente: http://blogs.clarin.com/usina-de-fantasias/

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